Peter Van der Helm, artista holandés del tatuaje, ofrece la posibilidad a sus clientes de conservar sus tatuajes después de la muerte “Asi mantener su legado como una obra de arte”, según informa la prensa local. “A veces tardo meses en hacer un tatuaje. Es una pena que pierda cuando fallece un cliente”, indica el tatuador.
El coste del proceso de conservación del tatuaje, tendría que ser asumido por el propio cliente, “300 euros por cada 10 centímetros de piel” así como firmar la autorización, explica Van der Helm.
Asegura que hay más de 50 personas han firmado «testamento» para que tras sus muertes, les extraigan el trozo de piel tatuado, que será introducido en formol o congelado, posteriormente sera enviado a un laboratorio que realizara el proceso de sustitución del agua y la grasa de la piel por una silicona especial, en un proceso que tiene una duración de 3 meses.
Peter, también ofrece las paredes de su estudio de tatuaje como exposición de los trozos de piel tatuados, “siempre que estén enmarcados”.
Respecto a la legalidad de exponer trozos de cadáveres en un escaparate , el tatuador no lo tiene claro. “Me han llamado desde el Ministerio de Salud para preguntarme, y ya tengo preparada la mitad de mi respuesta”. Pero aclara que no hay prisas. “No quiero que mis clientes se mueran”.
