Melissa Becker, una mujer de 30 años de Estados Unidos (Pensilvania) ha sido condenada por un juez a cumplir entre 4 meses y dos años de cárcel por haber ayudado a tatuar una cara feliz y la palabra “puta” en el brazo de una niña de 12 años.
Según Medville Tribune, el hecho ocurrió el 14 de mayo cuando la niña fue a la casa de Becker a pasar la noche, pero fue hasta el pasado agosto cuando ella como Randall Alan Charlton, se declararon culpables de este hecho. Además, Charlton quien fue el hombre que realizó el tatuaje, tiene un historial por crímenes de asalto agravado, corrupción de menores de edad y asaltos menores.
La ley de Pensilvania exige que los menores de edad tengan consentimiento por parte de sus padres a la hora de tatuarse, cosa que no se produjo.